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La Plaza Vendôme ha conseguido transformar los alrededores en un lugar prestigioso, sinónimo de alta joyería, moda, palacios y grandes hoteles, como el Hotel Brighton. El barrio Vendôme vive al ritmo del lujo. También es el lugar predilecto de las finanzas, los bancos y los bufetes de abogados.
El nombre de la Plaza Vendôme procede del Palacio de Vendôme que antiguamente ocupaba este sitio. A lo largo de los siglos ha cambiado varias veces de nombre. Al principio se llamaba plaza de Luis el Grande, aludiendo al rey Sol. Fue él quien impulsó el proyecto de la plaza, que quería que fuese grandiosa para dar lustre a las instituciones de la monarquía.
El costoso proyecto fue abandonado muy pronto, y recuperado por la ciudad de París, que revisó el proyecto con el arquitecto Jules Hardouin Mansart. En el centro se colocó la imponente estatua de Luis XIV, propuesta por el propio rey. Realizada por Girardon, fue colocada en lo alto de una columna, pero resultó destruida en la Revolución francesa. Durante la Revolución, la plaza recibió el nombre de «plaza de las picas».
En la actualidad, conserva su nombre original y alberga establecimientos de prestigio. Primero se instaló el banquero John Law, en 1718, y luego los grandes nombres de la joyería: Cartier, Chaumet, Van Cleef & Arpels, Rolex, Chanel Joaillerie, junto con el lujoso palacio le Ritz, en proceso de reforma. Aquí también se encuentra el Ministerio de Justicia.
Esta famosa columna fue erigida por Napoleón para conmemorar la victoria de Austerlitz y rendir homenaje al Gran Ejército. Con una altura de 45 metros, está inspirada en la columna Trajano de Roma. Los bajorrelieves fundidos con el bronce de los ejércitos vencidos ilustran las hazañas militares del ejército. La estatua de de Napoleón como César fue colocada en lo alto de la columna en 1810.
Tras la muerte del emperador, la estatua de la plaza Vendôme fue destruida. Bajo el Segundo Imperio, se realizó una copia de esta estatua y se colocó en lo alto de la columna.
Durante la insurrección de la Comuna de París, la columna imperial de la plaza Vendôme fue destruida. Al final de este sangriento episodio, las autoridades de Versalles acusaron al pintor Gustave Courbet de haber demolido la columna. Y este fue condenado a pagar los gastos de reconstrucción. .